dijous, 25 de febrer del 2010

Me n'avergonyeixo

Ens passem els anys estudiant: a l’escola, a l’institut, a la facultat, en el dia a dia i això és fantàstic! Però... què és el que aprenem? És evident que no ho podem "estudiar tot". Quina informació ens transmet la societat? Qui decideix què cal aprendre (quins continguts a nivell d’educació) i com es decideix? Llengües? Moral? Filosofia? El que passa al nostre voltant? El més llunyà? Matemàtiques?

Ja fa dies que em plantejo quins són aquests coneixements adquirits i quines mancances detecto. Dic això, perquè fa uns dies vaig veure la pel•lícula “Hotel Rwanda” i em vaig adonar que realment NO EN SABIA RES! Un genocidi que va passar fa pocs anys i que jo pràcticament desconeixia. Me n’avergonyeixo. Una guerra que ha estat latent quan jo ja era en aquest món i de la que només en coneixia “el nom”. Repeteixo, me n’avergonyeixo.

I això em fa pensar què en sé de la Guerra a l’Afganistan. El primer que em ve al cap són les notícies sobre la quantitat de soldats americans morts, sobre els civils d’un i altre bàndol, però no pas cap notícia que m’intenti explicar perquè després de 9 anys la guerra encara continua. Estic segura que la informació la tinc al davant (llibres, internet, google, pel•lícules...). Havent detectat les inquietuds només cal ser crític amb el que trobi, que d’informació n’hi ha molta. Però això ja són figues d’un altre paner o millor d’un altre comentari.

5 comentaris:

Nina ha dit...

Hola petarda...
Va haver-hi una època en la que jo també me n'avergonyia de moltes de les coses que ens envoltàvem i no entenia el per què havia de seguir el camí del riu que ens manaven...
Espero que no et sàpiga greu el que ara et posaré (és en castellà).
Evidentment podràs treure'l... però m'ha fet recordar els meus antics pensaments...
Molts petonets, bombó!

Nina ha dit...

He hagut de posar-ho en dues altres notes perquè no hi cabien juntes.
Mua
Y de nuevo vuelta a empezar...
Y el sol ha vuelto a salir a pesar de su oscuridad...
Y yo intento encontrarle el sentido a todo lo que pasa...
Y cada vez es más complicado...
El pez no deja de morderse la cola...
El círculo sigue andando incesante por el mismo camino...
Una vez tras otra...
Y otra...
Y...

Después de haber ido experimentando diferentes etapas llego siempre a la misma conclusión: el sol vuelve a salir pero no luce igual para todo el mundo (no nos damos cuenta de la magnificencia de su estado, que es capaz de llegar a todo el mundo pero no todos somos capaces de acoger sus sencillos rayos).
Muchas veces, por difícil que parezca, me gustaría asemejarme a ese sol: intentar llegar a todos por igual, brillando con sus rayos incondicionales, ofreciendo ese calor que todo el mundo se merece y que no siempre sabemos regalar.
¿A qué responde esa discriminación? ¿Por qué no aprendemos a darnos a los otros con la sencillez que todos llevamos dentro?

Nina ha dit...

(...)
Cuando éramos pequeños hablábamos todos el mismo idioma y entre nosotros nos entendíamos con un sencillo "gu, gu". Vivíamos en un clima donde no podíamos imaginar el mal, ni el dolor, ni las injusticias...
¿Qué es lo que nos hace cambiar? ¿Por qué tenemos que aceptar que el Mundo nos vuelve agresivos y combatientes para conseguir hacernos un sitio en la vida? ¿Quién decidió que hay que pasarse la vida luchando para pasar por este Mundo? ¿Quién fue capaz de imponer esa horrible idea? ¿Con qué derecho se lo permitimos?
Muchas veces me da miedo que salga el sol. Significa que un nuevo precioso día va a pasar delante de mí y no voy a ser capaz de vivirlo al máximo y que, lamentablemente, nunca más voy a recuperar la oportunidad de hacer lo que ese irrecuperable momento me había brindado. Siento un temor espantoso a desperdiciar ese ínfimo instante que podía haber dado un vuelco a mi vida o a la de los que me rodean.
Y ves que el mundo sigue girando... y girando... y girando... ¿Por qué Él tiene que ser tan constante y nosotros nos damos por vencidos al más mínimo contratiempo? Vamos incrementando nuestra lista de "pequeños" problemas hasta que se nos hace una carga insoportable y nos hundimos en la más profunda de las lamentaciones porque no somos capaces de pedir ayuda. ¿Por qué será que somos tan idiotas de creernos implacables y no aceptar la ayuda de los que tenemos al lado y nos quieren? ¿Nunca nos hemos planteado que para madurar hay que dejarse ayudar? ¿No sería una buena terapia de humildad el aceptar que necesitamos de los otros? ¿Por qué intentamos hacer creer al que nos quiere que no es capaz de ayudarnos?
¡¡¡¡POR FAVOR!!!! Los niños crecen con la ayuda de los que les rodeamos: aprenden a querer y a ser queridos con lo que experimentan que, queriendo a todo aquel que le pasa por al lado, lo mínimo que pueden recibir es una sonrisa de gratitud (que no cuesta nada darla y muchas veces, los "mayores", estamos perdiendo la costumbre de dar algo que no cuesta); cuando esos "indefensos" se encuentran mal, ¿a quién deciden recurrir? A los padres, hermanos... a quien sea que les pueda ayudar...

Nina ha dit...

El problema llega cuando se "crece" y pretendemos creernos nuestras propias excusas. Que si "no necesito de ti" o "no me puedes entender, lo que me está pasando es muy duro y nadie puede ayudarme" o "no te preocupes que lo último que querría sería complicarte la existencia"...
TODOS tenemos a alguien al lado que no quiere dejarnos solos. El motivo que puede tener, muchas veces no lo entendemos porque nos estamos volviendo absolutamente egoístas y no aceptamos esa ayuda (inconscientemente, nos da rabia ver que aunque la gente que nos quiere tiene problemas siempre está dispuesto a echarnos un cable).
Sé perfectamente que estas preguntas de rebeldía se las llevará el viento y que, a parte de que nunca tendrán respuesta, el mundo seguirá girando imperturbable y nosotros seguiremos viviendo como autómatas: marionetas del destino que unos cuantos nos imponen (y los pocos que tengan el coraje suficiente como para abandonar el barco de la rutina se verán señalados por los cobardes que no nos habremos atrevido)
Ojalá pudiera reaccionar ante lo que me rebela...

Y de nuevo vuelta a empezar...
Y el sol ha vuelto a salir a pesar de su oscuridad...
Y yo intento encontrarle el sentido a todo lo que pasa...
Y cada vez es más complicado...
El pez no deja de morderse la cola...
El círculo sigue andando incesante por el mismo camino...
Una vez tras otra...
Y otra...
Y...

Keta Rosa ha dit...

Gràcies Teta!!!